jueves, 1 de diciembre de 2011

DETENER EL TIEMPO...

El Tiempo siguió avanzando,
el Viento ponía todo su empeño en frenarlo,
pero a pesar de los Tornados y los Huracanes,
nada conseguía.

La Luna,
empeñada en dejar de envejecer,
movilizó a la Mareas
para que detuvieran el inexorable caminar del tiempo.
Segundos. Minutos. Horas.
Las Mareas aturdidas
ignoraban cómo lograr el objetivo que les habían impuesto.

El Sol,
 harto de sufrir los envites de los días,
puso toda su energía en intentar carbonizar los Segundos,
pero Éstos continuaban transitando, siempre hacia delante,
ajenos al calor que acababa con Plantas y Animales sin piedad. 

El Silencio,
 se propuso abrumar al tiempo,
y conseguir distraerlo aunque fuera un momento,
pero a pesar de poner todo su empeño,
de conseguir que no se escuchase un solo ruido,
el tiempo prosiguió su infinita marcha.

El Mundo entero,
todos los Elementos,
Dioses,
Seres,
e Infraseres,
desesperados y resignados se sentaron a observar
el firme paso de su esquivo enemigo.

El Tiempo,
al ver tanta expectación,
se detuvo frente a ellos para enterarse de qué ocurría.

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