¡¡¡LA GASOLINERA DE PLAYMOBIL!!! (Era Famobil en aquellos tiempos)

Recuerdo a mi padre, mi hermano y mi tio colocando las 1000 pegatinitas que tenía y yo en un rincón esperando, porque no me dejaban ayudarles (y menos mal, porque vete a saber como hubiera colocado las jodidas pegatinas).

Y una vez tuneada la gasolinera... ¿a qué mierdas juego con una gasolinera? No es algo que de mucho juego. Ni siquiera tenía coches para que fueran a repostar, así que tube que crear mi propias movidillas mentales y jugar con las bicis y los caballos a atracos, peleas y batallas a la gasolinera. La verdad que pasé bien de horas jugando con ella, pero no dándole el uso lógico, creo que hubiera jugado de igual manera con la cocinita de la Señorita Pepis.
Así y a raiz de este hecho creo que se ha ido desarrollando mi febril imaginación. Que cosas tiene la vida, ¿no? A día de hoy he de agradecer a mi tío (ya me enteré de que el jodido Baltasar no movía ni un músculo por mí) por este regalo que me ha hecho ser como soy. Gracias.
Padres y madres del mundo (y futuribles) si no quereis tener un hijo esperpéntico como un servidor, no le regaleis la Gasolinera de Playmobil...
No sé supongo que todos vosotros tendreis un regalo que os ha marcado la vida. ¿CUAL?
Bueno Pestuz@s, a seguir jugando, que la vida no deja de ser un jodido juego, y puestos a jugar, mejor jugar como los niños, que lo disfrutan infinitamente más...